« Antes de formarte en el vientre, te
escogí. Antes de que salieras del seno materno, te consagré.” Jr. 1,5
Por cada uno de sus hijos(as) Dios tiene un
plan de amor que realizar. Este amor se manifiesta por circunstancias distintas.
Como el profeta Jeremías, el Señor
quería hacer de mí su sierva en la familia de las Franciscanas Misioneras
de María.
Soy Hna. Sandra Stevy Ngangoula, de
nacionalidad congoleña, misionera en la provincia BOLIVIA/ CHILE desde 2014.
El deseo de entregar mi vida al servicio del
Señor lo tengo desde los 8 años cuando vi por primera vez a las Religiosas de San
José de Cluny en la Iglesia de mi pueblo y la decisión final la tomé a los 12
años.
Antes no tenía una confesión religiosa fija,
iba a la oración dominical según las orientaciones de los adultos, sobre todo
con mi madre que por distintas razones integró
una Iglesia Evangélica. Pertenecía al grupo de infancia y mi madre al
coro, pero no pude quedarme allí por
siempre. Me fui de aquella Iglesia un domingo con la ayuda de mi tía que
acababa de llegar y quien quería seguir
su formación de catequesis en la Iglesia Católica, como todos íbamos a esta
nueva Iglesia ella tampoco tenía elección sino que ir con la familia. Entonces
este día mientras todos estaban rezando mi tía me dijo que íbamos huir de allí así
en el momento de las ofrendas mientras todos cantaban y bailaban salimos del
templo bailando y luego corriendo fuimos a misa Católica. Cuando llegamos no sé
en qué momento de la Misa la única cosa que me impresionó y que pude admirar
era las Hermanitas vestidas de blanco; se veían tan hermosas y alegres cantando, al mismo
tiempo yo tenía miedo de ser castigada al regresar a casa. Al salir de la Misa
fuimos a saludar las hermanas y mi tía fue inscrita en la catequesis de primera
Comunión a mí me dijeron que esperara hasta que tuviera 9 años y pedimos a un señor
amigo de la familia que nos acompañará a casa explicándole lo que habíamos hecho.
Él fue hablar con mi mamá y mi abuela.
Me acuerdo que mi mamá este día no me pegó ni tampoco me habló hasta el amanecer
porque se había asustado cuando huimos, pero nunca más fuimos obligadas a ir
con ellas, y apoyaron a mi tía por su
primera comunión en todo lo que necesitaba. En cambio yo seguía visitando a las
hermanas que tenían a cargo el grupo de niñas que bailaban en la Iglesia pero
no podía participar por culpa de una herida que tenía en el brazo, entonces me
bastaba con verlas hablar y rezar al fin de cada reunión.
A los 9 años cambie de ciudad fui a vivir con
la hermana mayor de mi mama (mi tía), no pude expresar mis sentimientos, ni
tampoco empezar la preparación para mi primera comunión. Ella me llevo a otra Iglesia
Evangélica cerca de la casa sólo porque la Iglesia Católica quedaba lejos de mi
barrio y nadie podía acompañarme. Hasta que un día llego mi primo pidiéndole a
mi tía que pudiera empezar la catequesis en la comunidad eclesial de base cerca
de su casa y que él se ofrecía a llevarme tanto a misa como
a la catequesis. Creo que fue el
Día más hermoso de mi vida por que se abrió una puerta nueva para mí, prepararme
a hacer mi primera comunión. Después de 3 años hice mi primera comunión y me
fui de vacaciones donde mi mamá, es allí donde hablé con ella de mi deseo de
ser religiosa, y me dijo que hablara con mi tía si ella aceptaba entonces ella igual me iba dar su consentimiento. Mientras, hablé con unas amigas que eran aspirantes de
las hermanas de San José para ver cómo
era la cuestión. Con todo eso me quedaba enfrentar mi tía por que tenía
miedo de que no aceptara siendo hija mayor y viendo todo lo que hacía para
prepararme a ser una buena esposa y responsable de mis hermanos.
Cuando volví, un día me atreví a hablarle a mi tía
de mi sueño de ser misionera como en broma, ella me contestó que era muy
pequeña, además no había religiosas misioneras solo había monasterio de la
visitación de Loango. Vi que ganaba un poco
el consentimiento de mi tía otra vez volví a plantear mi deseo ella me
dijo que terminara con sacramentos y luego lo pensara. Se tranquilizó mi
consciencia. Después de mi confirmación le recordé a mi tía quien me autorizó
inscribirme en el grupo vocacional con la condición de que mi primo tenía que
cumplir su promesa de no dejarme sola. Así de a poco me fui formando en la Parroquia
y me comprometí en grupos de Liturgia (lectores) y de pastoral juvenil (grupo
de BILENGE YA MWINDA)
¿Cómo conocí a las hermanas fmm?
Cuando
integré el grupo vocacional en la Parroquia no había religiosa pero teníamos
encuentros con el párroco y con las
hermanas de la congregación de las misioneras de Nazaret venían una vez al mes para
los encuentros. Y a nivel diocesano organizaban encuentros vocacionales cada
tres meses. Es allí que pude ver por primera vez la multitud de congregaciones
religiosas que había. Después una de mis compañera me invitó participar a su
encuentro en la casa de las hermanas Franciscanas Misioneras de María al principio
no quise porque pensaba en la congregación de san José de Cluny que todavía no existía
en Pointe Noire, pero luego dije voy a ver
y con permiso de mi tía, fuimos a
esa reunión.
Al
llegar la hermana ISABEL SAN MIGUEL que erala encargada de la pastoral vocacional
nos recibió con las manos y el corazón de Madre. Y además después de la charla
tuvimos un tiempo de Adoración al Santísimo. Estos dos momentos de acogida y de
oración me impactaron mucho; en la Parroquia tenemos todos los días la adoración
al santísimo y cuando vi que las fmm también se dedicaban a la Adoración
pedí a mi tía que me diera permiso de
visitar las hermanas Franciscanas los fines de semanas así fue como empecé y
después de una semana de encuentro vocacional que tuvimos en octubre de 1995
que tenía como lema: la vocación;
decidí seguir mi camino con la hermanas franciscanas misioneras de María. Ellas
me acompañaron durante 7 años, y después pude obtener el permiso de mi tía de
iniciar la formación religiosa con la experiencia comunitaria, y el resto de la
formación inicial. Después del primera
profesión fui enviada en distintas fraternidades de la provincia Congo/Cameroun.
Para profundizar mi experiencia de vida consagrada fmm fui enviada en la
provincia de Lubumbashi por un ano teológico
luego en Cameroun por la profundización de nuestro carisma FMM. Después
de este tiempo de formación hice mis compromiso definitivo el 15 de septiembre
de 2013 y recibí el envió por la provincia Bolivia-Chile. Y ahora estoy en la
nueva fundación de Entre Ríos En Bolivia
Estoy muy agradecida por lo que el Señor ha
hecho y siempre hace por mí. El Señor siempre ha conducido mi vida y a Él
siempre ofrezco cada dio mi peregrinación,
mi caminar, para que realice en
mí su voluntad sobre todo para que sea su testigo a ejemplo de nuestra madre
María “he aquí tu sierva, hágase en mi según tu palabra”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario